Una historia de Amor para este 5 de Mayo

Hilda Lafontaine y Rafael Pichardo, circa 1967

Hilda Lafontaine y Rafael Pichardo, circa 1967

Hilda y Rafael, mis adorados padres

Hilda y Rafael, mis adorados padres

Voy a ser un tanto personal en el dia de hoy y escribir sobre mi familia, en particular, mis padres porque gracias a ellos, estoy donde estoy y he logrado metas y sueños que una vez pense inalcansables.

Hoy es 5 de mayo. Un día como hoy, hace ya 53 años mis padres se casaron en la Catedral Primada de América (fue la primera Iglesia del nuevo mundo). Se habían conocido y enamorado en una playa de la Rep. DOM. a través de un amigo mutuo, en el 1966. Mi padre estaba de vacaciones en la isla ya que estaba terminando su especialidad (el es cardiologo) en España. Mi madre, se había graduado de la escuela de medicina de la UASD y comenzaba la residencia médica. Se enviaban cartas de amor por un año, hasta que al regreso a la República, se casaron, un cinco de Mayo de 1967.
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Desde entonces han tenido sus altas y bajas como cualquier otro matrimonio pero sin lugar a dudas, su amor a vencido muchas barreras, obstáculos y pasaron muchas dificultades a sus comienzos, tratando de forjar un mejor futuro para ambos y sus tres hijos.
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Tuvieron principios humildes, teniendo que vivir en parte con unos de sus padres, mi abuela materna,en un lugar pequeño que mi madre solo me hacía los cuentos del "trabajo" que pasaron. Ella incluso con su primer embarazo, aún trabajaba hasta el final viendo pacientes y el día que estaba lista para dar a luz, tomaron un transporte público hasta el hospital y recibir a tan esperado primogénito. Ese año 1969 nació su primer hijo, mi hermano mayor, Ronaldo Pichardo. Ellos no tenían un vehículo así que a través de taxis y transporte público se movilizaban en la ciudad de Santo Domingo. Dos años después nació mi otro hermano, Asdrubal Pichardo.

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Mis padres ambos son médicos y tan solo me puedo imaginar lo tan duro que tuvieron que trabajar para poder producir y darnos un mejor mañana. Una tarea herculiana. Ambos daban consultas, clases en la universidad, estar de servicio y rondas hasta largas noches. Tenian devoción (y aun la tienen) para su oficio.
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Cuando las cosas ya iban marchando bien, entonces construyeron la casa de sus sueños y ya yo estaba en la barriga de mi madre. Así que yo llegue en los tiempos de "oro" o en su mejor época ya que estaban mejor establecidos y tenían cierto reconocimiento en mi país como médicos destacados y respetables en sus respectivas especialidades. Y si, ya cada uno tenía su propio vehículo.
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La verdad es que estoy muy agradecida por tener a los padres que tengo. Dedicados, amorosos, sacrificados con sus hijos. Me enseñaron a valorar muchas cosas y también pienso que mis hermanos están de acuerdo conmigo ya que son hombres del bien, trabajadores y exitosos en sus respectivas carreras y tienen una hermosa familia, unificada. No todo es perfecto y hemos tenido nuestras diferencias pero que familia no la tiene. Podría seguir escribiendo sobre esta historia de amor y de la vida de mis padres. Los quiero y me hacen una falta enorme. Feliz aniversario💜. Que disfruten su día!

con amor, su hija eternamente agradecida,

Gabriela Pichardo-Lafontaine